La Dama del Lago, poderosa y benéfica hada,
es la guardiana del poder y del reino,
custodia de la Espada Mágica Excálibur
y es profunda conocedora de la magia ancestral.
Su nombre, en algunas leyendas es Nimue,
en otras Viviana, pero, sin duda, está conectada con la mitología celta en la que todos los cuerpos de agua estaban habitados por un espíritu que los personifica.

 

Algunas leyendas hacen que sea ella
quien entrega a Arturo la Espada, pero, desde luego,
es quien, una vez ha sido derrotado arturo y el reino de Camelot perdido, la guardará hasta su regreso.
También es una de las reinas mágicas que lo recogen y acompañan a Avalon, donde reposa hasta curarse y poder retornar algún día al mundo que conocemos.

 

Nimue, además, es la compañera de Merlín, y
ambos comparten conocimientos esotéricos y se enseñan el uno al otro a acrecentar su poder y visión, aunque las historias misóginas la culparán de encantarlo con su amor, despojarlo de su poder
y encerrarlo.
Como Viviana nos la presentarán, en algunos romances, como madre adoptiva de Lancelot.

 

La Dama del Lago es , sin duda, una presencia espiritual muy antigua que se integra en las leyendas artúricas y nos habla del poder de sacerdotisas del agua y el bosque que pueden llevarnos al Reino de las Hadas.
Es invocada para protección y por aquellos que aman las espadas preciosas y mágicas que representan el compromiso con el Bien y la Luz.


Podemos visualizarla en un lago, surgiendo de él, envuelta en agua,
sosteniendo una espada mágica en mitad del bosque o sentada en un barco que se pierde en la luz del amanecer.
Dulce, fuerte, como agua clara y luz hecha carne, su presencia está llena de la inocencia de la Vida que siempre renace en la esperanza y podemos realizar un ritual para pedir su protección en los nuevos caminos y retos.

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