Tintagel aparece como lugar de origen del Rey Arturo, por primera vez en la Historia Regum Britanniae de Geoffrey de Monmouth en el siglo XII. Había una leyenda asociada a Tintagel sobre un rey que regresaría para defender a los suyos y por eso escogió fusionar diferentes tradiciones que él pensaba que encajaban. Ya había textos galeses situando a Arturo también en Cornualles por lo que la conexión resultaba fácil.

El de Monmouth narrará como Uther Pendragon logrará entrar en el castillo con su imagen transfigurada para hacer creer a todos que es el Duque Gorlois y violar a Ygerna, que no tiene ni idea de qué está sucediendo, para así engendrar al que será el futuro rey.

El poeta Lord Alfred Tennyson también situará el nacimiento del rey en Tintagel, en su larga obra de poemas, Los Idilios del Rey.

Tintagel además arrastraba ya una preciosa leyenda, la de Tristán e Isolda, quienes vivieron allí su historia de amor, por ser el castillo la residencia del rey Mark, el tío de Tristán de Leonís. 


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