• Tennyson y la leyenda del Rey Arturo
    Tennyson y la leyenda del Rey Arturo

    Azucena Caballero habla sobre la adaptación de las leyendas artúricas que hizo Alfred Tennyson en el siglo XIX en su conjunto de poemas "Los Idilios del Rey".


Tennyson fue un poeta inglés victoriano. Fue muy famoso, y fue un gran especialista en las leyendas del Rey Arturo. Escribió un conjunto de 12 poemas muy famoso: "Los idilios del Rey", sobre el rey arturo y sus caballeros. y además escribió otros poemas sueltos de temática artúrica, siendo uno de los más conocidos “La Dama de Shalott”.

 

Tennyson conocía bien la versión de Mallory de “La muerte de Arturo”, muy popular en el siglo XIX, y los Mabinogion. En sus textos, además, él añadía cosas de su propia invención y algo fascinante es que algunos de los elementos de la leyenda que han quedado fijados para siempre se las debemos a sus poemas y su visión, mucho más que a las obras medievales en las que él se basa. Por ejemplo, él es quien fija en el imaginario colectivo el elemento de la culpa y el perdón de la mujer arrepentida. Y es su relato de cómo Ginebra decide retirarse a un convento a purgar sus pecados hasta el día de su muerte el que se ha hecho conocido universalmente.

A través de sus poemas, el mundo artúrico sale reforzado, más idealizado si cabe, cumpliendo todos los sueños de la sociedad victoriana, una sociedad fascinada por la Edad Media. Sus poemas “Los idilios del Rey Arturo” reflejan el imaginario de sus contemporáneos sobre hombres, mujeres, honor, nacionalismo, etc. Leer el poema es un ejercicio para entender muy bien la ideología de la sociedad británica de esa época.

 

En el momento en el que Tennyson publica sus poemas Gran Bretaña era un Imperio, poseía casi un cuarto del planeta, y con tanta gente de tantas partes, había un gran deseo de tener claro qué significaba ser británico, de sentir que se formaba parte de un legado, de unas raíces. ¿Qué mejor que regresar a las leyendas del rey Arturo?

 

Eso sí, la mirada de Tennyson cómo ya estamos acostumbradas a estas alturas, es absolutamente misógina. En el sexto poema de “Los Idilios”, el titulado “Merlín y Viviana” representa a Viviana como una mujer que utiliza sus encantos sexuales para robar el conocimiento de Merlin.
Querían votar, trabajar, estudiar carreras, ser más de lo que tradicionalmente se las dejaba ser. Viviana sería una representante de ese querer más, pero bajo la pluma de Tennyson coge un tono misógino totalmente injusto. La representa como a una mujer malvada movida sólo por sus ansias de poder.

 

En muchas obras decimonónicas la mujer que quiere más suele acabar muriendo. Cada vez que la mujer quiere cambiar su condición, en la obra el autor la mata. ¡Menudo mensaje!

Así pues Viviana aparece como una mujer calculadora, fría, carente de bondad o humanidad. Sin embargo el Merlín de Tennyson es muy humano, quiere el bien, comete errores, es melancólico, sabe que Viviana no es buena y que realmente no le quiere, pero él (oh, pobrecito) no puede evitar caer en sus redes, por que es tan bella que es imposible no quedar atrapado en ellas. En ese sentido hay un paralelismo entre lo que sucede entre Lancelot y Ginebra. Ellos son siempre unos pobrecitos sin voluntad y ellas son las malvadas que provocan la lujuria. Hasta el hombre más sabio del reino, como podemos ver aquí, es esclavo de los impulsos de sus “partes nobles”. Esta visión terrible ha llegado hasta nuestros días. La creencia de que los hombres no pueden contener sus impulsos, de que las mujeres nos tenemos que cuidar y que si ellos acaban teniendo contacto sexual con nosotras es por nuestra culpa, por que ellos no lo pueden evitar sigue vigente hoy en día y es una de las causas de que muchos abusos se toleren sin apenas crítica social. Es importante darnos cuenta de cómo toda nuestra cultura nos ha envuelto en esas creencias.

 

Es un texto misógino, sin duda, pero nos cuenta mucho acerca de la mentalidad victoriana y de lo que estaba pasando con las cuestiones de los derechos por cuestiones de género que se estaban poniendo sobre la mesa en esa época.

 

Tennyson sin duda fue uno de los primeros en actualizar a su propia época las leyendas artúricas. Algo que después seguirán haciendo en libros, películas, etc, a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI quienes volverán a narrar las mismas historias pero desde una perspectiva contemporánea, y manteniendo los elementos esenciales totalmente reconocibles modificarán las formas en que los personajes se relacionan, así como las motivaciones para el comportamiento de cada uno. La leyenda artúrica se convertirá en algo mucho más flexible que responderá en cada momento a la mirada vigente en la sociedad que va a consumir esa versión.

 

Es un ejemplo maravilloso de cómo las leyendas se han ido modificando y manipulando a imagen y semejanza de lo que cada sociedad (por desgracia, patriarcal) ha querido ir preservando.

 

Aún así, el estrato de poder femenino es tan fuerte que no pudieron borrarlo y a partir de la revisión del mito que hará en 1983 Marion Zimmer Bradley, esto cambiará.

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